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Mostrando entradas de junio, 2010

PRINCESAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

                      Por Jousín Palafox* *El autor es graduado de la Licenciatura en Derecho de la UABC, escritor y conductor de radio en Tijuana. Correo electrónico: jousinpalafox@hotmail.com Me gustan las mujeres que aun quieren ser princesas y se niegan a convertirse en sapos, porque mientras existan mujeres que todavía guarden modales de doncella, existiremos hombres que aun veremos importante el comportarnos como caballeros. Amo a la mujer que no compite con los hombres, porque sabe que el hombre jamás será su rival sino un complemento de ella misma. Respeto a las mujeres que luchan por ser cada día más mujeres y en ningún sentido buscan parecerse a los hombres, pues muchas mujeres en su búsqueda de la llamada liberación femenina, han cometido el error de imitar al varón, pero en los aspectos más deprimentes de éste. Es quizá por esta equivocada conquista que se fajaron pantalones, se dieron el gusto o permiso de vivir aventuras sexuales de una noche, comenzaron

LA CASITA DE SOLOLOI

       Un cuento de Elena Poniatowska – Escritora mexicana   –Magda, Magda, ven acá. Oyó las risas infantiles en la sala y se asomó por la escalera. –Magda, ¿no te estoy hablando? Aumentaron las risas burlonas o al menos así las escuchó. –Magda, ¡sube inmediatamente! «Salieron a la calle –pensó– esto sí que ya es demasiado» y descendió de cuatro en cuatro la escalera, cepillo en mano. En el jardín las niñas seguían correteándose como si nada, el pelo de Magda volaba casi transparente a la luz del primer sol de la mañana, un papalote tras de ella, eso es lo que era, un papalote leve, quebradizo. Gloria, en cambio, con sus chinos cortos y casi pegados al cráneo parecía un muchacho y Alicia nada tenía del país de las maravillas: sólo llevaba puesto el pantalón de su pijama, arrugadísimo, entre las piernas y seguramente oliendo a orines. Y descalza, claro, como era de esperarse. –¿Qué no entienden? Me tienen harta. Se les aventó encima. Las niñas se desbandaron, la esquiv

Saramago nos cuenta

Un video en el que Saramago nos habla del cuento "La flor más grande del mundo" que les comparti. Escucharlo nos dice mucho del sentido que le ha dado a su obra.

LA FLOR MAS GRANDE DEL MUNDO

En honor a Saramago recientemente fallecido, comparto este cuento de su autoria. LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO

Fábula quinta Juan Benet

Tentó Dios a Abraham y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a la tierra de Moriah, y ofrécele allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y levantóse y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus mozos: esperáos aquí con el asno y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del holocausto y púsola sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: he aquí el fuego y la leña, mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios proveerá del corder

Mujer que dice chau

             Así son algunas despedidas, sola algunas…. MUJER QUE DICE CHAU Un cuento del autor uruguayo Eduardo Galeano   Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como una ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ése fue el día en que empezó la suerte. Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas, decíamos, todas las cosas cada vez mejores, que nos van a pasar.) No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ningu

CUENTO DE ENCANTAMIENTO TRADICIONAL

  ¿Saben qué es un cuento de encantamiento? Les cuento En los cuentos maravillosos siempre encontramos que en algún momento al héroe o heroína se le entrega un objeto mágico o le aparece un auxiliar maravilloso, y luego vemos la realización de unas pruebas por parte del héroe o la heroína. Que esto este presente determina que el cuento se trata de un cuento maravilloso y no de otro tipo. Ahora bien, dentro de los cuentos maravillosos hallamos los cuentos de encantamiento, estos se reconocen porque en ellos las circunstancias mágicas desempeñan un papel preponderante que los diferencian de los cuentos novelescos. Una curiosidad de estos cuentos es que nunca se explica en qué consiste el encantamiento del príncipe o de la princesa por parte del agresor (gigante, dragón, diablo, etc.). Y esto es así porque aquí lo importante no es el “como” se produce el encantamiento sino el hecho de que ha sucedido y debe resolverse. Veamos, para entenderlo mejor, un cuento Pico, pico, a

Blancaflor, la hija del diablo

              -Cuento Tradicional Europeo-   Eran tres muchachas que se estaban bañando en un río y a esto que pasó por allí un muchacho que era rey y se sentó en la orilla a verlas cómo se bañaban. Cuando le pareció, el muchacho cogió la ropa de la más chica, se la escondió y se fue. Cuando las muchachas salieron a vestirse, dice la más chica: -¡Ay, mi ropa, que no aparece, que se la han llevado! Y las otras: -Pues aligérate y búscala que si no nos vamos. Empezaron a buscarla por las cañas y las malezas del río, pero nada. Venga a buscar por todos lados, pero no la encontraron. -Pues nosotras nos vamos. Total, que se fueron y dejaron a la hermana chica allí sola. En ese momento apareció el muchacho, y le dice ella: -Dame mi ropa. ¿Por qué me has tenido que coger mi ropa? -Te la doy si me dices quién eres. Ella le dijo quién era y él le devolvió la ropa. -Nosotras somos las hijas del diablo, de modo que como mi padre se entere de que tú andas conmigo... -Pue

Continuidad de los parques

  Un cuento del argentino Julio Cortázar   Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo de

CUENTO DE LOS DOS CAMINOS

Dos excelentes narradores Andrés Osorio y David Murillo cuentan esta historia desde Medellín (Colombia 2007) A mi me ha encantado, espero que ustedes también la disfruten CUENTO DE LOS DOS CAMINOS