El diagnóstico y la terapeuta
Un cuento de Eduardo Galeano
El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce.
Hondas ojeras nos delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.
gracias!!! has levantado mi ánimo escuchando esta serie de cuentos, no puedo parar`porque cada uno desprende de la sonrisa a la risa. buenisimo!, es la primera ves que logre engancharme, es decir pude abrir este espacio, GRACIAS!
ResponderEliminarHola Amalia
ResponderEliminarMe alegra mucho que hayas disfrutado.Espero pronto poder agregar mas cuentos
Saludos