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Mostrando entradas de julio, 2011

Cuento: Orden del día

un  cuento de Mario Benedetti En la ciudad de Montevideo, a las nueve horas y cua­renta minutos del día quince de mayo del año mil nove­cientos ochenta y siete, se reúne el Directorio de Abecé, S. A., en la sala de conferencias de su Casa Central, bajo la presidencia de don Tomás Olarte, ejerciendo la Secre­taría don Virgilio Sánchez, y con asistencia de los voca­les, doña Magdalena Bravo de Maura, y los señores Orosmán Nieto, Alberto J. Salas, Prudencio Solanas Gómez, Elíseo H. Matta, José Pedro Vilches, Javier Za­mora Aguirre y Juan Jacinto Lozano. El señor Secretario da lectura al acta anterior, que es aprobada con una observación del señor Zamora Aguirre acerca de lo que entiende como error de sintaxis en la redacción del párrafo cuarto línea siete, corrección que es aprobada por mayoría, con la observación, esta vez, del señor Vilches, quien no considera haya error alguno de sintaxis en la redacción del mencionado párrafo. El Presidente recuerda que el Orden del Día de la pre­sen

Cuento: ¡Qué lástima!

Un cuento de Francisco Espínola Paró la oreja Sosa al oír exclamar al desconocido: -¡Qué lástima, qué lástima, que la gente sea tan pobre! Sosa ni caso había hecho cuando, media hora antes, vio recortarse en la puerta del despacho de bebidas al escuálido forastero. Siguió absorto en una sensación penosa que lo embargaba frecuentemente. Pero al rato, cuando separado ya el pulpero oyó al otro cerrar la conversación con "¡Qué lástima que la gente sea tan pobre!", la sensación, de golpe, cambió de efecto. Y comenzó a reconfortarlo algo así como un desahogo. ¡Con que extraña dulzura había sido pronunciada la frase! Sin rabia, sin rencor... A nadie culpaba. Como si de las desgracias del mundo los hombres no fueran responsables. -¡Eso está bien!- se dijo para sus adentros Sosa. Y le pareció que rozaba todo su cuerpo desmirriado, como acariciándose a sí mismo, contra un muro sin fin de largo y de color gris pizarra. Con interés afectuoso observó. El desconocido era casi tan alto com

Homenaje a Facundo Cabral

CABRAL REFLEXIONA JUNTO A KRISHNAMURTI Por: Facundo Cabral "Como puedes estar tranquilo sin un plan de vida" me dijo alguien.  Estoy tranquilo porque yo estoy seguro que la vida tiene un plan para mi, porque yo soy un producto de la vida y no la vida un producto mío, déjala que planee... me planeó y me puso un sexo y dos testículos, me dio dos ojos y una nariz y me puso oídos, me puso el mar enfrente y al costado puso el arroyo, puso la montaña mas allá y el cielo arriba y el mar abajo, puso gente, mujeres que amé, hombres que son mis amigos o mis maestros, ¿cual es el plan que yo puedo tener para superar eso? Todavía no puedo tener un plan mejor que el que tiene Dios. Me levanto en la mañana y hay un día maravilloso enfrente. ¿Yo podría planear algo mejor? Además cuando planeo me limito... estoy inquietando a la ansiedad, la estoy tentando a que participe y que me ahogue. Esta muy bien eso que  dijo Krishnamurti.... "en un silencio sin futuro". Deja que la vida t