Rafael Alvarez recita a Quevedo
Una Belleza
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Francisco de Quevedo
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevaré el blanco día;
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso linsojera;
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa:
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado
Comentarios
Publicar un comentario
¡Hola a tod@s!
Vuestros comentarios son bienvenidos.
¡Les invito a visitar mi otro blog de cuentos