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Mostrando entradas de noviembre, 2011

I JORNADAS DE LITERATURA ARGENTINA CONTEMPORÁNEA: Borges y los otros

Homenaje a Teresita Frugoni de Fritzsche Buenos Aires, del 21 al 23 de agosto de 2012 Primera circular – noviembre de 2011 Sede de las II Jornadas FUNDACIÓN INTERNACIONAL JORGE LUIS BORGES Anchorena 1660, Buenos Aires. Argentina. Organizan: FUNDACIÓN INTERNACIONAL JORGE LUIS BORGES Auspician: UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS CILHA (Centro Interdisciplinario de Literatura Hispanoamericana) CELIM (Centro de Literatura de Mendoza) CÁTEDRA DE LITERATURA ARGENTINA II (Siglo XX) CÁTEDRA LIBRE JULIO CORTÁZAR (FFyL-UNCuyo) CÁTEDRA LIBRE JORGE LUIS BORGES (FFyL-UNCuyo) EXTENSIÓN UNIVERSITARIA (FFyL-UNCuyo) UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA FACULTAD DE LENGUAS Coordinadores: Jornadas: Mgter. Gabriela Cittadini Fundación Internacional Jorge Luis Borges Informes: mgcittadini@fibertel.com.ar Homenaje: Dr. Daniel Altamiranda Centro de Estudios de Narratología Informes: dalt_1@yahoo.com.ar La convocatoria incluye a especialistas en Literatura Argentina, investigadore

El ahogado más hermoso del mundo

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Un cuento de Gabriel García Márquez   Los primeros niños que vieron el promontorio oscuro y sigiloso que se acercaba por el mar, se hicieron la ilusión de que era un barco enemigo. Después vieron que no llevaba banderas ni arboladura, y pensaron que fuera una ballena. Pero cuando quedó varado en la playa le quitaron los matorrales de sargazos, los filamentos de medusas y los restos de cardúmenes y naufragios que llevaba encima, y sólo entonces descubrieron que era un ahogado. Habían jugado con él toda la tarde, enterrándolo y desenterrándolo en la arena, cuando alguien los vio por casualidad y dio la voz de alarma en el pueblo. Los hombres que lo cargaron hasta la casa más próxima notaron que pesaba más que todos los muertos conocidos, casi tanto como un caballo, y se dijeron que tal vez había estado demasiado tiempo a la deriva y el agua se le había metido dentro de los huesos. Cuando lo tendieron en el suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues apenas

Unión indestructible

Un Cuento Virgilio Piñera - (Cuba) Nuestro amor va de mal en peor. Se nos escapa de las manos, de la boca, de los ojos, del corazón. Ya su pecho no se refugia en el mío y mis piernas no corren a su encuentro. Hemos caído en lo más terrible que pueda ocurrirle a dos amantes: nos devolvemos las caras. Ella se ha quitado mi cara y la tira en la cama; yo me he sacado la suya y la encajo con violencia en el hueco dejado por la mía. Ya no velaremos más nuestro amor. Será bien triste coger cada uno por su lado. Sin embargo, no me doy por vencido. Echo mano a un sencillo recurso. Acabo de comprar un tambor de pez. Ella, que ha adivinado mi intención, se desnuda en un abrir y cerrar los ojos. Acto seguido se sumerge en el pegajoso líquido. Su cuerpo ondula en la negra densidad de la pez. Cuando calculo que la impregnación ha ganado los repliegues más recónditos de su cuerpo, le ordeno salir y acostarse en las losas de mármol del jardín. A mi vez, me sumerjo en la pez salvadora. Un sol abrasado

LA SEÑORA MOREL

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Un Cuento de Ana Cuevas Unamuno La señora Morel siempre fue mujer de pasiones fuertes. Por eso a cuatro años de haberse casado se sentía traicionada por su esposo que en vez de ocuparse de ella pasaba las horas y los días metido en su trabajo. El señor Morel, mezcla perfecta de romántico y práctico, medido y generoso, apuesto y responsable, la había seducido casi a primera vista y el primer año realmente habían sido felices, pero luego... Luego el afán de acumular se apoderó del hombre al punto de hacerle olvidar poco a poco las necesidades de su esposa. No contento con trabajar de sol a sol, llevaba a su casa los libros de cuentas y mientras comía distraído lo que ella amorosamente le había preparado, sumaba, restaba y bufaba, encerrado en su mundo de negocios dónde ella jamás podía ingresar. —Alégrate mujer he sido tan astuto que los depósitos rebalsan, al punto de obligarme a invertir en más galpones a fin de guardar las nuevas adquisiciones— le dijo una noche en respuesta a sus

Yo a las Mujeres me las Imaginaba Bonitas

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Un cuento de Andrea Maturana Yo a las mujeres me las imaginaba bonitas, pintadas como la rubia de la esquina que siempre sale a la calle cuando empieza a oscurecerse, pero la Chana llegó a la casa gritando el otro día y le dijo a la mamá que no se había atrevido a contarle nada a la señorita, lo que le pasaba era demasiado terrible. Entonces se había escapado nomás del colegio por arriba de la pandereta congelada de miedo de no alcanzar a llegar y caerse muerta por el camino. La mamá estaba lavando cuando llegó el berrinche y, como siempre hace alharacas, ni se dio vuelta para mirarla mientras ella lloraba y lloraba hasta que la Chana le dijo de una herida que yo no pude oir bien. Ahí la hizo callar porque estaba yo y le dijo que mejor se iban a conversar detrás de la casa para que la hermana chica -o sea yo- no escuchara. Pero por la muralla del fondo se oye todo y yo me puse bien cerca hasta pegar la oreja, igual la Chana habló gritando todo el rato aunque la mamá la hacia callar p

María

Una amiga me ha compartido este cuento justo hoy cuando me siento como este hombre y tengo en la punta de la lengua la misma pregunta, por eso lo comparto Gracias Nas! y gracias Roque!! MARÍA   Un cuento de  Kjell Askildsen (Noruega) Un otoño me encontré por sorpresa con mi hija María en la acera delante de la relojería; estaba más delgada, pero no me costó nada reconocerla. No recuerdo ya por qué estaba yo en la calle, pero tenía que tratarse de algo importante, porque fue después de que la barandilla de la escalera se hubiera roto, así que en realidad ya había dejado de salir a la calle. Pero fuera como fuera, me encontré con ella, y se me ocurrió pensar: Qué casualidad tan extraña que yo haya salido justamente hoy. Pareció alegrarse de verme, porque dijo «padre» y me dio la mano. Ella era la que más me gustaba de mis hijos; cuando era pequeña decía a menudo que yo era el mejor padre del mundo. Y solía cantar para mí, por cierto bastante mal, pero no era culpa de ella, lo había

El peso de las creencias

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Y luego, si se dan la oportunidad, se cuestionarán, pensarán y se darán cuenta de que siempre hay más de una alternativa, que los cuentos pueden cambiar si alteramos algún detalle, que la vida también toma rumbos diferentes según los pasos que vamos dando y que cerrar los ojos tiene sus consecuencias. (Georgina Lázaro) El peso de las creencias Cuento Rumi Dos jóvenes monjes fueron enviados a visitar un monasterio cercano. Ambos vivían en su propio monasterio desde niños y nunca habían salido de él. Su mentor espiritual no cesaba de hacerles advertencias sobre los peligros del mundo exterior y lo cautos que debían ser durante el camino. Especialmente incidía en lo peligrosas que eran las mujeres para unos monjes sin experiencia: -Si veis una mujer, apartáos rápidamente de ella. Todas son una tentación muy grande. No debéis acercaros a ellas, ni mucho menos hablar, por descontado, por nada del mundo se os ocurra tocarlas. Ambos jóvenes aseguraron obedecer las advertencias recibida

Pecado de Omisión

A mi abuelo aquel día lo vi distinto. Tenía la mirada enfocada en lo distante. Casi ausente. Pienso ahora que tal vez presentía que era el último día de su vida. Me aproximé y le dije: "¡Buenos días, abuelo!". Y él extendió su mano en silencio. Me senté junto a su sillón y después de unos instantes un tanto misteriosos, exclamó: "¡ Hoy es día de inventario, hijo!". "¿Inventario?", pregunté sorprendido. " Sí. ¡El inventario de tantas cosas perdidas! Siempre tuve deseos de hacer muchas cosas que luego nunca hice, por no tener la voluntad suficiente para sobreponerme a mi pereza. Recuerdo también aquella chica que amé en silencio por cuatro años, hasta que un día se marchó del pueblo sin yo saberlo. También estuve a punto de estudiar ingeniería, pero no me atreví. Recuerdo tantos momentos en que he hecho daño a otros por no tener el valor necesario para hablar, para decir lo que pensaba. Y otras veces en que me faltó valentía para ser leal. Y

Todo busca su completud

Recuerda algo fundamental acerca de la vida: cualquier experiencia que no haya sido vivida persistirá, te asediará: “¡¡Acábame!!, ¡¡Víveme!!, ¡¡Complétame!!”. Hay una cualidad intrínseca en toda experiencia que quiere ser acabada, completada, y tiende a ello. Una vez completada se evapora; incompleta, persiste, te mortifica, te persigue, atrae tu atención. Te dice: “¿Qué vas a hacer conmigo?, sigo sin completar: ¡complétame!. Todo tu pasado te asedia porque no lo has completado, no lo has vivido realmente, lo has vivido parcialmente, a medias, tímidamente. No ha habido intensidad, pasión. Has vivido como un sonámbulo. Por eso el pasado te asedia y el futuro te asusta. Etiquetas de Technorati: De la Medicación a la Meditación. Osho

Cristina Bajo, LA NIÑA QUE SUEÑA- AÑO 1840

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Es esta una de mis escritoras preferidas y por eso con todo respecto comparto apenas un pedacito de su obra   Los más lejanos recuerdos de Solana estaban impregnados de soledad y desarraigo. Su orfandad, y una especie de confusión mental que para nada la hacía desdichada, pero que a todos intranquilizaba, la habían llevado por un interminable deambular, adaptándose a sucesivos primos, a tías gruñonas, a “yayas” que no le dispensaban el mismo trato que a los niños de la familia. Y ya sin saber qué hacer con ella, apenas pasada la adolescencia, los parientes se la enviaron a doña Ascensión, la señora mayor de la familia, con la excusa de que sirviera de báculo a su vejez. Doña Ascensión vivía en Todos los Santos, un caserío perdido entre las sierras de Ascochinga, y como hasta allí no habían llegado los rumores de las rarezas de su sobrina, aceptó recibirla. La anciana y su criada le tomaron apego y si bien en el pueblo pronto comenzaron a susurrar que la jovencita veía cosas vedada