EL LORO, EL MORO, EL MICO Y EL SEÑOR DE PUERTO RICO

Un trovador que me ha dado placer y me ha hecho reír
Cerrando los ojos una se puede imaginar en otro tiempo, de pie en una plaza, o sentada en un círculo de curiosos, escuchando los cantos y cuentos de esos tantos trovadores o juglares que andaban los caminos tejiendo puentes con sus sonidos.

Crispin d'olot

Comentarios

Entradas populares de este blog

CUENTO DEL PATOJO

El sabio que tomó el poder

Hans, mi pequeño erizo