Hans, mi pequeño erizo
Adaptado de un viejo cuento alemán. La esposa de un granjero estaba ansiosa de tener un hijo, tanto que no le importaba que apariencia tenga, por lo que la fortuna le hizo alumbrar un híbrido entre humano y erizo: cubierto de suaves púas, bípedo y con hocico. Lo llamaron Hans, y su madre lo amaba, pero su padre lo despreciaba, avergonzándose de él ante todos, por lo que Hans huyó de casa, con varios animales de corral que su padre le dio montado en su descomunal y ridículo gallo. Encontró hogar en un oscuro bosque, viviendo con los animales salvajes. Un día, el rey de esas tierras se extravió en el bosque, siguiendo una hermosa melodía dulce y amarga a la vez que empezaba con un "Hola" y terminaba con un "Adiós", llegando a un hermoso palacio propiedad de Hans, el cual invitó al rey y le dio de comer suculentos manjares y le tocó esa hermosa melodía con su gaita. El rey se quedó dormido y despertó a las afueras de su reino y agradeciendo a Hans por haberle salvad
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